CEDHJ se quedó corta en caso de Rubén

En noviembre, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió la recomendación 39/24 por el caso de tortura contra Rubén Rivera Torres, quien desde 2010 está privado de la libertad en el penal de Puente Grande; sin embargo, se quedó corta pese al reconocimiento del delito.

De acuerdo con un análisis hecho por el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) a la recomendación, ésta dejó fuera factores clave para el reconocimiento y documentación de violaciones a derechos humanos en contra de Rubén.

A Rubén se le detuvo en un operativo de agentes estatales realizado en Ojuelos de Jalisco en 2010. Entonces se le torturó, pese a contar con una discapacidad física, para que se declarara culpable de secuestro. Además, se le presentó ante medios de comunicación como responsable del delito sin siquiera haber iniciado el juicio.

“Durante su detención Rubén fue golpeado, amenazado de muerte y torturado para obligarlo a autoinculparse del delito de secuestro. Luego fue exhibido ante medios de comunicación como culpable sin haber sido juzgado, ni prueba alguna”, describió el Cepad.

En la recomendación 39/2024, que se deriva de una queja interpuesta por el Cepad, ya que esta organización acompaña el caso de Rubén, se reconoce que él fue víctima de tortura y se señala a policías como perpetradores; sin embargo, en el documento se omite la responsabilidad de otras personas servidoras públicas involucradas directa o indirectamente; además, no se reconoce la discapacidad motriz de Rubén ni se aborda la exhibición del hombre en medios de comunicación.

El Cepad también señaló que la CEDHJ fue revictimizante al solicitar una prueba de estrés postraumático para comprobar la tortura de la que fue víctima Rubén, pues esto va en contra del Protocolo de Estambul, así como que los policías señalados son reincidentes, ya que aparecen en al menos cuatro recomendaciones más.

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