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Luchar por la justicia y la dignidad es hacer poesía

Después del asesinato de su hijo, Javier Sicilia, poeta y escritor, organizó una gran manifestación que salió el 5 de mayo de 2011, desde Cuernavaca, Morelos, para llegar el 8 de mayo al Zócalo de la Ciudad de México. Abandonó la poesía y surgió entonces el luchador social.

El ganador del premio Voz de los sin Voz en 2012 había inaugurado las marchas por la Paz con Justicia y Dignidad.

En el Zócalo, Sicilia demandó al entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa retirar del cargo de secretario de Seguridad Pública a Genaro García Luna y pidió “combatir corrupción, impunidad y ganancias del crimen”, entre otras demandas.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fue una respuesta de la sociedad civil de México a la violencia que se vive en este país como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico. Fruto de ese movimiento fue la creación de la Ley General de Víctimas. En 2018, obtuvo el reconocimiento Juan Gelman por su labor como poeta, periodista y defensor de derechos humanos.

Sicilia es un poeta cuyos temas se vinculan con el catolicismo y la mística cristiana como marcos para la elaboración poética. Su pensamiento está fuertemente marcado por Albert Camus, Gandhi e Ivan Illich.

Durante su presencia en este Diálogo Nacional por la Paz, en el foro ¿Por qué hemos llegado a estos niveles de violencia?, en su argumentación remarcó que esta problemática no se dio solo en el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador, sino que se presentó también en las administraciones federales pasadas y aun así no se ha hecho nada por la reestructuración del país.

Afirmó que hizo falta que el presidente “se comprometiera con la agenda de justicia transicional que traicionó” e indicó que con los aspirantes presidenciales para 2024 “será peor”.

“No nos hemos opuesto como sociedad a la clase política y a los grandes perpetradores que permiten la red, que permiten los sicarios, que permiten la corrupción en la nación y en su corazón, es como esto va a seguir creciendo. Entonces con Xóchilt (Gálvez), con Claudia (Sheinbaum) o con el que venga, será peor si no atendemos que el problema es estructural y de orden de Estado”.

El poeta hizo hincapié en que es fundamental tener presente que la seguridad es responsabilidad de todos, tanto del gobierno como de la sociedad civil. Por lo tanto, es necesario que ambas partes trabajen de forma conjunta para encontrar soluciones efectivas.

“Pero no es un asunto nada más de Andrés Manuel, es un asunto de los anteriores. Creer que ahorita López Obrador es el malo de la política, sí, es malo y es una bestia, pero los otros no se quedan atrás, y esto va a seguir creciendo”.

Denunció el aumento de la criminalidad en México, y la cooptación de los partidos y funcionarios por el crimen organizado. Destacó la necesidad de unificar esfuerzos y trabajar de manera coordinada para combatir la inseguridad que ha permeado al país e insistió en la importancia de abordar las causas estructurales de la violencia y no sólo sus manifestaciones más evidentes.

El ganador del Premio Ariel por mejor argumento original de la película Goitia, un dios para sí mismo, se pronunció por una comisión de la verdad, pero con apoyo internacional, porque las que se han creado en México por distintas causas “están apadrinadas, no son independientes, están coartadas por el Estado, entonces son inútiles y nos traicionan cada cinco minutos”.

Escuchar y apoyar a las víctimas de la violencia y sus familias es lo importante, “ya que son ellos quienes mejor comprenden la magnitud del problema, luchar por la justicia y la dignidad es hacer poesía”.

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