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Una amenaza silenciosa

Cada vez es más frecuente escuchar frases como “el dinero no alcanza”, “no llego a la quincena” o “necesito buscar otro ingreso”. Estas expresiones pueden ser los primeros indicadores o alertas de que algo está fallando en nuestra economía personal o familiar.

El 25 de junio de 2024 se presentaron los resultados de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023 en México, compartiendo cifras interesantes; por ejemplo, a nivel nacional el indicador de estrés financiero es “moderado”, con 59.5, mientras que el de las mujeres a nivel nacional es mayor al de los hombres por 6.5 puntos: 62.5 y 56.0, respectivamente.

El estrés financiero se define como la angustia y presión ante una situación económica llena de incertidumbre o como consecuencia de dificultades económicas. Es una condición emocional y psicológica resultante de la preocupación constante y la ansiedad por el dinero.

Por ejemplo, los gastos inesperados y la incapacidad de ahorrar son factores que pueden desencadenar estrés, ansiedad y otros trastornos, así como las deudas excesivas e impagables.

Vivir constantemente bajo ansiedad y preocupación económica provoca en las personas insomnio, depresión, alteraciones del sistema inmune, problemas cardiovasculares y gastrointestinales, falta de concentración, sensación de cansancio constante y cambios de comportamiento como irritabilidad, apatía y tristeza.

Además, estos síntomas afectan tres aspectos clave para el bienestar emocional de una persona, que son la familia, el entorno social y el contexto laboral.

Entonces, ¿qué hacer para recobrar o vivir una mejor salud financiera?

1. Identifica el problema. Realiza un presupuesto detallado de tus ingresos y gastos. Esto te permitirá organizarte mejor, optimizar los recursos y planificar estrategias concretas para reducir deudas.

2. Mejora tu educación financiera. Esto te permitirá tomar mejores decisiones, evitando compras innecesarias o impulsivas.

3. Cuídate psicológicamente. Presta atención a cambios de comportamiento provocados por la ansiedad y pide ayuda antes de que el problema empeore.

4. Mejora o desarrolla el hábito del ahorro. Establecer una rutina de ahorro puede ayudarte a reducir la ansiedad y mejorar tu bienestar financiero.

Recuerda, el bienestar financiero no solo se refleja en tu cuenta bancaria, sino también en tu mente y cuerpo. Gestionar sabiamente tu economía es clave para mantener una vida emocionalmente saludable y equilibrada. No subestimes el poder de una buena educación financiera y el autocuidado psicológico; juntos pueden liberarte del estrés y abrirte el camino hacia una vida más plena y satisfactoria.

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