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Celebran 10 años de Despertares

ESFUERZO. La firma de los Hernández se vivió en cada una de las interpretaciones de la noche. (FOTOS: CORTESÍA NATH MARTIN)

Con 29 bailarines, dos músicas y tres horas de espectáculo, los hermanos Isaac y Esteban Hernández celebraron la décima edición de Despertares en un Auditorio Nacional, que lució prácticamente lleno la noche del viernes.

El público se mostró feliz en cada acto ofrecido por los artistas internacionales, en un programa que pasó por la danza clásica, neoclásica, contemporánea, tap y street dance.

En el programa de mano digital, Emilia, la mayor del clan encabezado por los maestros Héctor y Laura Elena Hernández, junto con Isaac, incluyeron una carta escrita a mano en la que agradecieron al público por estás diez ediciones. “Que esta celebración no sólo sea un recordatorio de nuestro arduo trabajo, sino también una inspiración para las generaciones que nos siguen... que encuentren el valor y el aliento para enfrentar sus propios desafíos, para construir algo nuevo y relevante”.

Para el arranque de la fiesta, mientras algunos de los asistentes aún buscaban sus localidades, las voces de Penélope Wendtlandt y Brinae Ali sonaron en un canto que fue subiendo de intensidad a medida que se les sumaban Michelle Dorrance (creadora de la coreografía), Jillian Meyers y Josette Wiggan; las cinco ofrecieron Changing cadence, un trabajo con el que dejaron en claro la vigencia y alcances del tap, con movimientos coordinadores e improvisaciones explosivas.

Tras ellas, Isaac Hernández hizo su aparición desencadenando los aplausos del público, integrado tanto por seguidores fieles desde los albores de la carrera del tapatío hasta nuevas generaciones que acudieron por primera vez a la gala. En compañía de una espléndida Catherine Hurlin, Isaac presentó uno de sus pax de deus preferidos, y que ya es una firma de su trabajo: Don Quixote. El público desde luego enloqueció con la destreza del tapatío, quien mostró una vez más su dominio de los giros, los saltos y el escenario, y la habilidad también para hacer lucir el arte de su compañera.

Al tocar el turno de Esteban Hernández, la audiencia también se le entregó al menor de los hermanos con aplausos y gritos de amor. El bailarín del San Francisco Ballet presentó  con su compañera de grupo Katherine Barkman el pax de deus de Diana y Acteon, como primer trabajo de la noche del originario de la colonia Seattle de Zapopan, con el que dejaron en claro la madurez y el dominio de la escena.

Para la segunda intervención de Isaac, la coreografía elegida fue el Act II de Giselle; el bailarín que ahora milita en el American Ballet Theatre no tuvo reservas para hacer lucir a una Alina Cojocaru angelical, en una escena que contó del apoyo dramático de Emily Suzuki. Los artistas llenaron el escenario con la pasión y la fuerza, pero también la sutileza que la pieza requiere, y el torrente de aplausos del público también rubricó el acto.

Despertares nació del sueño que teníamos por presentar en México las obras coreográficas, artistas y producciones más relevantes e icónicas de los grandes escenarios alrededor del mundo"

Isaac y Emilia Hernández, Creadores de Despertares

on toda la complicidad que esta celebración ameritaba, los hermanos intervinieron en uno de los momentos divertidos de la noche en la ejecución de Les lutins. Con la música interpretada en vivo por la pianista Ana Gabriela Fernández y la violinista Cordula Merks, la estupenda Dores André completó el trío que se convirtió en un mano a mano de destreza y técnica con un toque de humor.

De todos los momentos vividos esa noche de viernes en el recinto de Paseo de la Reforma, es difícil elegir cuál fue el más emotivo para la audiencia. Baste decir que Tiler Peck arrancó gritos de “te amo”; Chey Jurado y Braylon Browner desafiaron, cada uno en sus intervenciones, las leyes de la anatomía humana con su street dance para el asombro de todos los presentes; que los integrantes de Light Balance hicieron de nuevo su magia de luces a ritmo de música pop; y que Alina Cojocaru, Alessandro Frola, Max Cauthon, Brooklyn Mack, Aran Bell, Kayla Mak, Juliano Nunes, Max Cauthorn y James Streeter, con pureza clásica y a la vez muy actual, no dejaron momento para el descanso en las manos de los espectadores y mucho menos en sus almas para aplaudir y conmoverse.

INTENSIDAD. Las voces de Penélope Wendtlandt y Brinae Ali así como el tap de Michelle Dorrance, Jillian Meyers y Josette Wiggan, deslumbraron con Changing cadence.

Mención especial merece también la presentación Erina Takahashi y James Streeter, bailarines del English National Ballet, quienes ejecutaron un fragmento de Dust, una pieza del coreógrafo que ha revolucionado el ballet: Akram Khan. La pieza mostró un contraste de luces y sombras de desgarradoras expresiones.

El cierre de una noche total fue de nuevo la firma de los  Hernández, quienes cada vez que bailan My way  logran lo mismo de la primera vez que presentaron este trabajo diseñado por Stephan Toss para ellos: conmover, especialmente con ese abrazo apretado que se dan los hermanos al culminar esta ejecución, que encierra una vida dejada en los escenarios.

El encore, como ya es tradición, fue el agradecimiento de todos los bailarines regalando sus mejores pasos para el tema Impossible Jax Jones Remix de Lion Babe, mientras los asistentes se sumaban a la fiesta, algunos de pie, otros bailando, pero todos siguiendo el ritmo con sus aplausos.

CIFRAS

10 ediciones

29 bailarines internacionales

1 pianista

1 violinista

3 horas de espectáculo

19 coreografias presentadas

10 mil espectadores

GR