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Interrupción de la vida humana

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en 2023, ordenó derogar por inconstitucionales los artículos que prohíben la interrupción legal del embarazo en el estado; así, Jalisco es la entidad número 14 en reformar su legislación para permitir la interrupción de la vida humana dentro de las 12 semanas de gestación.

El pasado viernes 4 de octubre en la festividad de San Francisco de Asís, patrono de la vida, fue aprobada con 20 votos a favor, 16 votos en contra y una abstención, la despenalización de la interrupción de la vida humana, llamado también aborto libre.

En la misma sesión, los diputados eligieron a tres magistrados del Supremo Tribunal de Justicia Administrativa, por cuotas políticas, donde, con excepción de la consejera de la Judicatura, ninguno de los elegidos estuvo entre los cinco mejor evaluados durante el proceso.

La votación se hizo por cédula, es decir, mediante papeletas para que no se supiera cómo votaría cada una de las personas legisladoras.

La votación secreta se reserva cuando se trata de la elección o designación de personas para un cargo público, como personas magistradas, comisionadas del Instituto de Transparencia o titulares de la Comisión de Derechos Humanos, pero no cuando se trata de una modificación de una norma o ley.

Como lo señala la doctora en derecho Lucía Almaraz, esta resolución de los diputados obedece más a una presión legal que a una voluntad política, lo que se reflejó en la votación por cédula y el cabildeo de cargos públicos y de posiciones.

Argumenta que “aun cuando representa un avance debemos reconocer que la intención del legislativo no fue con una visión de ampliación de los derechos de las mujeres y personas gestantes, sino más bien un acto político forzado que deja mucho que desear en el actuar de las y los diputados, y que en muchos casos fue una bandera de sus promesas de campaña”.

Como sociedad debemos hacernos la pregunta: ¿desde cuándo debemos proteger la vida humana?

La vida humana inicia en el momento de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide, y en ese momento la información genética es de vida humana, no de otro ser vivo. Cada uno de nosotros comenzó su existencia siendo un cigoto, para luego, conforme esta célula inicial de vida humana se divide se transforma en un embrión, luego en feto.

El cigoto es un ser distinto al del cuerpo e identidad genética de quien lo lleva en su vientre. Si bien está en el cuerpo de una mujer, la cual requirió de la intervención de otro ser, el hombre, no es su cuerpo, aunque el nuevo ser sea y esté dependiente del cuerpo de la mujer para su desarrollo.

El ser humano, incluso después de su nacimiento al salir del vientre de la madre, es el único ser vivo más dependiente de la madre y el padre; a diferencia de cualquier otro ser vivo, necesita más tiempo para lograr la autonomía, como caminar, incluso para las funciones más básicas, como alimentarse.

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