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Encontrar a los desaparecidos

Como cada seis años, las expectativas sociales y ciudadanas con una nueva administración gubernamental son muy altas. Sobre la base están las promesas hechas en la campaña y que atrajeron el voto para ganar las elecciones. Comenzó el tiempo para cumplir, y cada día que pase, hasta el 5 de diciembre de 2030, será un día menos para cumplirlas.

Es de resaltar que tanto el proceso electivo de las nuevas autoridades, así como la transición de poder, ha sido en orden y paz, con lo que Jalisco muestra su madurez democrática y solidez de instituciones tanto electorales, judiciales electorales y gubernamentales.

De acuerdo con el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición de Jalisco (Sisovid), al 31 de agosto suman 15 mil 216 personas desaparecidas en la entidad. Jalisco es la entidad más afectada por esta gran problemática social.

Ante la incapacidad e ineficacia de las autoridades, los familiares de desaparecidos, agrupados en colectivos, han tenido que realizar ellos mismos el trabajo de búsqueda, en condiciones de precariedad económica, sin apoyo logístico de quienes tienen la obligación de velar por la seguridad de los gobernados, y con gran riesgo para su propia vida.

Los ciudadanos nos preguntamos cómo hará el gobierno estatal y hasta dónde llegarán los esfuerzos para articular instituciones que por sí mismas han dejado en la evidencia pública que no son capaces de ofrecer resultados relevantes que abonen a la pronta localización de personas, en opinión del especialista del ITESO Enrique González Araiza.

La reunión de Lemus con los colectivos por primera vez en su calidad de gobernador, con las familias de los desaparecidos y de organizaciones defensoras de derechos humanos, fue calificada como muy positiva.

Los familiares hicieron sus planteamientos al nuevo gobernador, en particular, el que más le preocupa, el que haya los suficientes recursos en el presupuesto estatal 2025 para realizar las búsquedas. El cariño y el amor se demuestra en los presupuestos, lo demás son promesas vanas.

El gobernador señaló que su objetivo es “estructurar una estrategia conjunta con los colectivos; primero, para pagar una deuda histórica, para localizar a sus familiares; segundo, establecer un mecanismo que permita ir reduciendo la desaparición en Jalisco hasta su erradicación”.

Para los distintos colectivos fue positivo se les escuchara y que se abrieran rendijas de esperanza para mejorar los trabajos para encontrar a los desaparecidos. Lo urgente para las familias, es la búsqueda.

Destacan dos propuestas del gobernador Lemus: Primero, la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda en Jalisco, la cual tendrá a cargo el Escudo Urbano C5, que contará con vinculación con otros sistemas de seguridad y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. En segundo lugar, la creación de una Policía Estatal de Caminos que ayudará a tener presencia territorial en carreteras estatales y federales. ¿Será suficiente?

El gran problema de fondo es que el estado de Jalisco no tiene una política de prevención de este delito.

El reto para los ciudadanos es no seguir criminalizando a las víctimas, y ser sensibles al dolor de las familias.

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jl/I