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La adversidad fue su aliada  

¿MAGIA? Efraín Juárez llegó a la dirección técnica del Atlético Nacional que se encontraba sumido en una crisis de resultados. (Foto: Agencia EFE)

Efraín Juárez (Ciudad de México, 1988) ganó Copa y Liga con Atlético Nacional en su estreno como primer entrenador. Llegó en agosto y en cuatro meses ganó dos títulos. Superó críticas, polémicas por sus celebraciones y un episodio en el que la Policía se lo llevó de sala de prensa asegurando que el técnico había provocado por sus festejos. Y todo esto, según detalla en una entrevista con Efe, ayudó a su equipo a “formar una familia” y a conseguir el doblete.

Efraín se define como “un líder progresivo” y “cercano” a sus futbolistas tras unos primeros meses en los que aplicó su libreto como entrenador. Además, en una entrevista con Efe, agradece a Atlético Nacional que le diera su primera oportunidad con un contrato del que le resta un año.

EFE: ¿Le ha dado tiempo a asimilar lo que ha conseguido en sus primeros cinco meses como técnico?

EFRAÍN JUÁREZ (EJ): El ganar la Copa y la Liga, es la punta del iceberg. Todo lo que está abajo, lo que vivimos con el entorno que tuvimos desde mi llegada, todas esas circunstancias… Es lo que más disfrutas, el día a día. Y ya pensando en otras cosas. Se gana y al día siguiente se trabaja. Estos días me ha dado para evaluar y analizar muchísimo viendo todos nuestros partidos y me hace saber lo que hay que hacer para seguir creciendo como equipo y como institución.

EFE: Echando la vista atrás, usted fue muy criticado en su llegada. ¿Cómo recuerda esos primeros días?

EJ: El club me contó que nunca habían vivido tanta expectación y peticiones de periodistas en la presentación de un técnico. Todo el mundo decía que lo que estaba haciendo el club era una locura. Había más de 60 periodistas, no cabía la gente en la sala de prensa… Mi abuela, que en paz descanse, me ha dicho siempre: “Hijo, preocúpate cuando no hablen de ti. Que hablen bien o mal, pero que hablen. Lo peor para un ser humano es la indiferencia”.

EFE: Cuando la Policía se lo llevó de sala de prensa tras festejar una clasificación de su equipo. ¿Cómo recuerda este momento?

EJ: Nunca había visto algo así. Es difícil recordar que a un técnico lo saquen de una conferencia de prensa para llevarlo a la comisaría por celebrar; si buscamos, es imposible. Jamás me imaginé que podía pasar. Yo estaba bastante tranquilo. El culpable siempre trata de justificarse. Y yo no. Jamás en la vida incite a nadie a nada. Estábamos en un derbi, en un clásico, contra el equipo de la misma ciudad y pasando a la final tras jugar más de 70 minutos con uno menos. Las celebraciones son del tamaño del esfuerzo que fue; y fue un esfuerzo sobrehumano. La celebración fue efusiva, sí, pero no me arrepiento y no voy a arrepentirme. Faltaba menos que no pudiera festejar.

EFE: ¿Este momento les ayudó?

EJ: Es para escribir un libro por todo lo que sucede. Esto te lo voy a contar y nadie lo ha contado. Después de esa conferencia me bajan y me quieren llevar a una especie de comisaría que hay en el estadio. Y decían de pasar por el vestidor de ellos -Independiente Medellín- en vez de pasar por otro lado. Y ahí estuvo mi grupo, que es increíble. Salieron todos los jugadores y dijeron “no te lo vas a llevar. Si te lo llevas a él, nos lleváis a todo”. Estaba tan tranquilo, feliz y orgulloso de ver eso… Se me salían las lágrimas de felicidad. Después de esto, hablé con el grupo y les dije: “Estamos formando una familia, si hubiera sido con alguno de vosotros, yo hubiese hecho lo mismo”. Estos son los detalles que algunos, tratando de hacernos el mal, nos ayudaron a formar una familia y a lograr los resultados que logramos.

Efraín se adaptó a las necesidades del plantel

Aunque sufrió al principio, al tomar el mando del equipo verdolaga, el técnico Efraín Juárez asumió el reto de hacer crecer al equipo, primero, que los jugadores creyeran en su proyecto para luego plasmarlo en la cancha, por lo que tuvo que preguntarle a la plantilla cómo se sentían más cómodos.

“Una de las cosas que aprendí es la adaptación. Me ha ayudado muchísimo. Me gusta decir que soy un líder progresivo, en el sentido de que me gusta el cambio, lo acepto y quiero cambios. En todos los sentidos. No soy un tipo cerrado. Me gusta mucho preguntar. Por ejemplo, si entrenamos en la tarde o en la mañana. Yo tuve la oportunidad de jugar al futbol y me permite entender al vestidor y me gusta ser cercano con ellos. Que me vean como una figura de entrenador, de padre, de hermano, de amigo, de jefe… Y hacerlo de corazón, sin agendas, expresó.

El siguiente reto de Juárez y el Nacional es la Supercopa el próximo 25 de enero, día en el que puede alzar su tercer título en apenas seis meses en Colombia. Cortesía EFE

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