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Desaparición, castigo por cometer atracos

MINIMIZAN PROBLEMA. El gobernador afirma que el 75 por ciento de los desaparecidos es producto de ausencias voluntarias, pero las causas de esta problemática son diversas. (Foto: Archivo NTR)

Un criminal narró durante una declaración ministerial cómo desapareció y asesinó en febrero de 2018 a tres hombres. El motivo fue que habían robado herramientas de un taller mecánico propiedad de un líder de una célula criminal.

Lo anterior es uno de los ejemplos de cómo el crimen organizado utiliza la desaparición de personas como medida punitiva dentro de un contexto de gobernanza criminal para castigar delitos como el robo.

La dinámica descrita es parte de un reporte presentado ayer que fue elaborado por un grupo de especialistas y periodistas encabezado por Jorge Ramírez Plascencia, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), mismo que desde hace semanas documenta patrones detrás de la desaparición de personas en Jalisco.

Basándose sólo en las personas que fueron localizadas, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez afirmó ayer durante su informe de seguridad que el 75 por ciento de los desaparecidos es producto de ausencias voluntarias. Incluso el mandatario estatal llamó a cuestionarse el porqué están desapareciendo las personas.

El trabajo de este grupo tiene el objetivo justo de encontrar respuesta a esa pregunta, pero las causas son diversas. Sus primeros reportes han evidenciado que hay desapariciones ligadas a temas como la compra-venta de autos y los siniestros viales, pero también a una gobernanza criminal que “castiga” con ausencias a delitos como el robo o el abuso sexual infantil.

“En esa cifra (de personas desaparecidas) se oculta parte del éxito en los demás indicadores de seguridad. Entre las personas desaparecidas hay personas asesinadas que no se han sumado a los homicidios y por eso disminuyeron en todo Jalisco. También personas que se dedicaban a robar y cuya desaparición tuvo un poderoso efecto disuasorio de este delito. Entonces, muchas desapariciones que hubo en este sexenio no fueron un delito más: ocurrieron intencionalmente para disminuir la incidencia de otros delitos. Nada qué celebrar y mucho para preocuparse”, dijo Ramírez Plascencia.

En el reporte compartido ayer, además de documentar cómo personas que presuntamente roban al crimen organizado son desaparecidas, también se da cuenta de que con este delito se “castiga” a quienes atracan sin permiso o en zonas no autorizadas por las células delincuenciales. En muchos casos el desenlace termina siendo fatal.

GR