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Era un centro de 'adiestramiento y exterminio': Indira Navarro

LE HACEN CHAMBA A FISCALÍA. Los hallazgos del Rancho Izaguirre salieron a la luz a partir del trabajo del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. (Foto: Especial)

El Rancho Izaguirre era un campo de adiestramiento del crimen organizado y exterminio, enfatizó Indira Navarro Lugo, lideresa del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, en entrevista con NTR Guadalajara.

La buscadora recordó que este sitio fue descubierto en septiembre del año pasado, cuando la Fiscalía del Estado (FE) “revienta la finca”. Entonces, afirmó, ya se había encontrado un horno crematorio, pero las autoridades estatales guardaron silencio.

Navarro Lugo agregó que Guerreros Buscadores supo del predio luego de recibir una llamada de un joven que les dijo que había sido reclutado en ese sitio. El varón les dijo: “Perdónenme, por favor, perdóneme por no haber hablado antes, pero tenía mucho miedo”, y luego dio detalles de “una historia de terror” que ni siquiera pasa en las películas.

La lideresa del colectivo añadió que el rancho era utilizado como una finca de adiestramiento y exterminio, lo que implica “palabras delicadas”, pero es la realidad. Según el testimonio del joven, él fue privado de la libertad con otro amigo y los llevaron ahí. En la finca había otros jóvenes que fueron engañados con ofertas de trabajo como guardias de seguridad y los llevaron con la promesa de capacitarlos en el manejo de armas.

El adiestramiento era duro y quien no pasaba las pruebas era asesinado, les aseguró el joven. Por ejemplo, contó Indira Navarro, había un rollo de alambre de púas a unos 30 centímetros del piso y debían pasarlo “pecho a tierra y si te quedabas anclado ahí quedabas, ahí te dejaban y te mataban”.

Los reclutados llegaban al rancho con los ojos vendados y recibían un apodo. Los datos que compartió el joven, apuntó la lideresa de Guerreros Buscadores, coinciden con lo que dicen las libretas que hallaron en el lugar.

Quien llamó al colectivo les contó también que a él y los demás los obligaban a segmentar los cadáveres de las personas asesinadas bajo el principio de que “sin cuerpo no hay delito”, así que preparaban pozos con piedra de ladrillo en el fondo, para que se calentaran más, arrojaban las partes de los cuerpos y las quemaban usando aceite o gasolina para luego cubrirlos con tierra. Si no obedecían, los mataban a ellos.

Indira Navarro recalcó que la FE les afirmó que el rancho estaba asegurado tras los hechos de septiembre, pero no era verdad, por lo que integrantes del colectivo llegaron la semana pasada al lugar acompañados de la Guardia Nacional y encontraron la puerta abierta. Al entrar hallaron desde ropa y zapatos, que no fueron tomados como indicios, hasta un altar a la Santa Muerte.

La exploración también arrojó el hallazgo de los crematorios, los cuales fueron encontrados con las varillas que usan en el colectivo todos los días, con “el conocimiento adquirido” y el amor por sus familiares desaparecidos.

jl/I