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Un tal Álvaro Abitia

Álvaro es sin duda un personaje inquieto que ha sido gestor, promotor e impulsor no sólo de grandes ideas, sino de varios proyectos trascendentales en materia cultural. Por mencionar algunos podríamos citar la Feria Internacional de la Música (FIM), la Universidad Libre de Música(ULM) o más recientemente Morelli, una escuela de escritura creativa de amplio espectro.

Abitia trae en su genética la hiperactividad. No para. Es un provocador nato, un creativo incansable, un eterno desestabilizador del sistema al que cualquier horma le queda chica. Siempre inquieto, inventa nuevas formas de abordar, desde muchos lugares, procesos creativos que devienen en múltiples aristas. 

No es gratuito que en las filas, por ejemplo, del equipo de la ULM se incorpore una gran cantidad de egresados de gestión cultural de distintas universidades –que coinciden en la precariedad y en lo obsoleto de las clases que recibieron– cuya inquietud rebasa las materias tradicionales y poco vigentes para la realidad que los demanda y que está en constante cambio.

Hace poco, por una casualidad me enteré que la ULM estaba apostando a un cambio radical en su plan de estudios. Al preguntarle a Álvaro más sobre este giro educativo su exposición me sorprendió.

Abro paréntesis: viví en Finlandia durante algún tiempo y pude presenciar la apuesta a accionar otros modelos educativos fuera de los tradicionales. Pensaba con añoranza lo lejos que estábamos en México de educar desbordando los márgenes del sistema. Hoy, Finlandia es considerado el país que tiene la mejor educación del mundo, no sin haber pasado por un proceso de escepticismo inicial donde alumnos y maestros estaban renuentes a moverse del lugar conocido. Incluso, el cambio de educación en el modelo finlandés no era obligatorio para todas las universidades, sin embargo, con el paso del tiempo aquellas renuentes terminaron por incorporarse y modificar sus modelos de enseñanza cuando vieron el efecto y la demanda que tenían las universidades que ya había mudado de esquema.

Cierro el paréntesis: la revolución en el esquema de pensamiento educativo es algo a lo que la ULM está apostando de manera contundente. No sabemos aún cuáles serán los resultados y si el esquema que propone funcionará, pero vale la pena el riesgo. ¡Enhorabuena Álvaro Abitia!

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