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El rock no tiene la culpa de sus padres


Los hijos de músicos, de roqueros en particular, no son sinónimo de adicciones, desenfreno y decadencia, sostuvieron Cala, vocalista de Rostros Ocultos, Carlos Avilez, bajista de Cuca y Tibu Santillanes, saxofonista de Troker, quienes consideraron que los hijos formados en el rock, los han inspirado.

La paternidad como aprendizaje permanente

Agustín Villa, Cala

A los 22 años, Agustín Villa Cala, vocalista de la legendaria banda Rostros Ocultos, sólo pensaba en fiesta y recibió con sorpresa la llegada de su primera hija, Dulce. Aseguró que le cambió la vida.

“Yo solo quería reventón, pero los hijos son el mejor regalo que puede tener cualquier persona, es tu consecuencia como ser humano, que se extienda a través de otra persona es muy grato”, afirmó Cala, quien incluso ya es abuelo y tiene una nieta de 10 años.

Cala fue enfático al señalar que sus hijas Dulce, Lara y Camila crecieron en un mundo lleno de rock y música, pero no cayeron en el estereotipo de la típica hija desenfrenada de rockstar.

“Que si eres hijo de un roquero las hijas son un desmadre, no es cierto, es un cliché. La vida te manda a los hijos y es un aprendizaje perfecto, pero nunca dejas de pensar qué hacen, dónde están, con quién andan. Yo no vivo con mis hijas, pero no hay un día del año que no piense en ellas”, confesó el vocalista de Rostros Ocultos.

Sus tres hijas tienen gusto por actividades artísticas. La mayor, Dulce, es DJ; Lara estudia arte en Estados Unidos y la menor, Camila, canta, pero Cala afirmó que no trata de influir en su decisión.

“Hay que darle armas a los hijos para que sean autosuficientes, lo mejor es ver que se sienten realizados. Recomiendo a la gente que le enseñe música a sus hijos, es una forma de hacer seres humanos diferentes”.

Para el cantante, el rock no tuvo la culpa de la educación de sus hijas, pero su profesión no le permitió mantener una familia.

“La música es celosa, muchos fines de semana no estuve con ellas porque estaba trabajando. Para los músicos los lunes son el domingo y quizá por eso no tuve éxito de hacer una familia como la mayoría de la gente”, lamentó.

Cala es amigo de sus hijas, incluso se dan el tiempo de beber una cerveza e insistió que formar a los hijos cerca del arte es la mejor educación. “La música es alimento del alma”.

“Recomiendo a la gente que le enseñe música a sus hijos, es una forma de hacer seres humanos diferentes”

Agustín Villa Cala, Vocalista de Rostros Ocultos

 

Dos regalos y cosas positivas

Arturo Tibu Santillanes

Dos cosas permanecen en la mente de Tibu Santillanes, saxofonista del grupo de jazz Troker. El día que su hija Zyanya, con siete años, cantó en el Teatro Degollado en la presentación del disco Mariachi Rocko. También, la ocasión que su hijo Max fue becado por el actor Luis Felipe Tovar para estudiar actuación en la ciudad de México.

“Esos momentos han sido maravillosos”, confesó a NTR.

Santillanes pertenece a una familia de músicos y niega que los hijos educados en el rock tengan tendencia a los abusos, por el contrario, se acercan más al arte.

“Con mis hijos fue más fácil la relación a través de la música, además de forma natural mis hijos tienen el talento. Lo ideal es que encuentren la ruta que más les convenga y les haga felices, pero sí tienen una mayor sensibilidad. La música puede ser un aliado contra los problemas o las situaciones que puedas vivir, con la música tienes una salida o refugiarte o hallar un camino de paz”, sostuvo el integrante de Troker, quien escribió canciones a sus dos hijos, pero nunca las ha sacado a la luz. “Hice muchas cosas cuando estaban más chicos y me hacían sentir muchas cosas”.

Ser músico no implica ser mal padre, consideró Santillanes, quien al ser cuestionado si sus hijos le han reclamado ausencias o mala educación, hasta el momento no tiene quejas.

“He hecho mi mayor esfuerzo y he dado lo mejor de mí, no he tenido problemas en la escuela o en su entorno social que me indiquen que debo meterlos a algún centro de readaptación o llevarlos al psicólogo”, comentó con buen humor.

Tibu Santillanes descartó que la profesión sea un factor para no consolidar una familia, pero aceptó que no es fácil, incluso tiene cinco años separado de la madre de sus hijos, pero no deja de tener una buena relación.

“Una familia estable y tradicional es complicado tenerla, pero igual le pasa a doctores y abogados. La vida de un músico no es tradicional, tiene otros horarios y otros momentos”.

“He hecho mi mayor esfuerzo y he dado lo mejor de mí, no he tenido problemas en la escuela o en su entorno social que me indiquen que debo meterlos a algún centro de readaptación o llevarlos al psicólogo”

Arturo Tibu Santillanes, Saxofonista de Troker

Encuentra la luz divina

Carlos Avilez

A Carlos Avilez, bajista de la banda de hard rock Cuca, ser padre lo hizo recuperar la fe perdida. A NTR le confesó que momentos después de nacer, su hija Luz Irene lo hizo replantearse su sistema de creencias.

“En el momento de su nacimiento lloraba, la pusieron en brazos de su mamá. Cuando la recibí, comencé a hablarle, se calló y se quedó dormida. En ese momento tuve la certeza que existe un ser superior y esa certeza me duró muchos meses, ese es el mayor regalo que Luz Irene me ha dado, recuperar la fe”, relató el músico. Su hija hoy tiene 15 años.

Para Avilez, la experiencia de ser padre ha sido excepcional. Consideró que apegarse al amor filial es vital y desde que su hija nació, se olvidó que tenía toda una vida sin una hija. Ahora no recuerda lo que era no tener a alguien en quién reflejarse, de quién aprender.

“Los hijos nacen y sientes que han estado toda la vida contigo, es una motivación constante, es un caudal amoroso permanente”, afirmó.

Carlos Avilez no le ha escrito una canción especial, pero su hija le inspiró un libro, Una historia como cualquier otra (2009).

“Lo escribí cuando ella tenía siete años. Nació de una plática sobre las hadas. Ella me preguntaba que por qué si existían, yo no creía en ellas. Es una historia que habla de cómo la fantasía es real cuando uno es niño y al crecer la pierde, escribí sobre regresar a la infancia para recuperar la magia”.

No celebra el Día del padre, sólo el cumpleaños de Luz Irene, esa es su fecha especial. Al ser cuestionado si ha experimentado la frase popular de que pagará lo que hizo con los hijos, Carlos Avilez lo niega

“Yo sólo he recibido. Hay un responsabilidad muy grande, pero cuando la tienes por amor no se convierte en un peso, es un aprendizaje constante que sigo recibiendo”.

“Los hijos nacen y sientes que han estado toda la vida contigo, es una motivación constante, es un caudal amoroso permanente”

Carlos Avilez, Bajista de Cuca

Un play list para celebrar a papás roqueros

Father and Son, de Peter Gabriel

Had a Dad, de Jan’s Addiction

Papa was a Rolling Stone, de The Temptations

Like Father Like a Son, de Lenny Kravitz

Father and Son, de Cat Stevens

Gonne Daddy Gone, de Violent Femmes

Beautiful Boy, de John Lennon

I learned From You, de Miley Cyrus

Daddy, de Beyonce

Papa don’t Preach, de Madonna

 

PHM /I