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Jalisco hipotecado

Si el gobernador Enrique Alfaro Ramírez no contrata más deuda en lo que resta de su gobierno, heredará a su sucesor compromisos por pagar equivalentes a tres veces lo que él recibió. Esto si tomamos en cuenta el saldo de la deuda pública al último corte, agosto de este año, más los pagos que deberán hacerse por la construcción de la línea 4 de Tren Ligero.

Si sumamos todos esos compromisos, tanto de deuda como los pagos que tendrán que hacerse al consorcio que construye la línea 4 bajo la figura de aportaciones público-privadas, el gobierno de Jalisco tendrá obligaciones de pago por más de 53 mil 510 millones de pesos (mdp). Cuando Enrique Alfaro llegó al gobierno del estado la deuda pública era de 17 mil 444 mdp.

¿Cómo fue que se disparó de esta manera la deuda? Sin duda el impacto más importante se dio con la contratación de dos megacréditos solicitados por Enrique Alfaro al Congreso local.

El primer crédito se adquirió en 2019, por un monto de 5 mil 250 millones de pesos, mientras que el segundo llegó al año siguiente, en 2020, con el pretexto de la pandemia de Covid-19, por 6 mil 200 millones.

En el caso del primer crédito, se firmaron tres contratos. El primero, para destinarlo a infraestructura en general, con Banorte, por 2 mil 300 mdp. Los dos restantes fueron con Banobras, uno por 2 mil 250 millones y otro más por 700 para las obras de MiMacroPeriférico.

El segundo crédito se dividió en siete contratos. La estrategia que siguió el gobierno del estado fue una triangulación, la cual consistió en financiar las obras previstas en el presupuesto con deuda y, a su vez, los fondos que quedaban libres los usó en gasto corriente y compras.

De ese crédito se firmaron siete contratos: dos con Banco del Bajío, uno por mil 200 mdp y otro de 300 mdp; dos con Banamex, uno por 700 mdp y otro por mil millones, y los tres restantes con BBVA, cada uno de mil millones de pesos.

El resto de la deuda es la heredada, que fue renegociada. Según los datos que publica en su página web el gobierno del estado, la deuda directa, tanto con la banca comercial como con la de desarrollo, registra un saldo de 29 mil 514.8 millones de pesos hasta el último día de agosto de 2023.

En ese monto no se incluyen créditos de OPD que sí estaban en la lista del gobierno anterior y cuyos saldos son de 952 millones de pesos del crédito de saneamiento y de 618.9 mdp del abasto de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara, que se le adjudican a la Comisión Estatal del Agua, así como el de 735.5 millones del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), que se tomaron del crédito para abasto y que se utilizaron en obras de prevención de inundaciones. Finalmente está la deuda de 150.1 mdp del Sistema de Tren Eléctrico Urbano para las obras de la línea 4 de Tren Ligero.

Y es precisamente de la línea 4 de donde sale el otro monto a pagar: 21 mil 538.9 millones de pesos a un plazo de 36 años al Consorcio Tren Ligero Línea 4 Guadalajara, SAPI de CV, que se cubrirán con la tarifa de este sistema de transporte y, en caso de que sea insuficiente, con recursos del gobierno del estado.

Cada año se deberán pagar a los particulares 598.3 millones de pesos, lo que equivale a 20 por ciento de lo que Jalisco pagará este año por su deuda pública.

La justificación de los gobernantes para elevar la deuda siempre es la necesidad de hacer obra. Proyectos como el peribús y la línea 4 de Tren Ligero seguramente les darían la razón. Sin embargo, siempre quedará la duda de si no había otras opciones para obtener recursos sin hipotecar a Jalisco.

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