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Azotan enfermedades renales a los más pobres

Ligado. Poblaciones marginadas son atacadas en mayor medida por este mal. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Las personas de ingresos bajos y medios son las que enfrentan más severamente las afectaciones por enfermedades renales, tanto directa como indirectamente. La tendencia es a nivel mundial y Jalisco no es la excepción, concluyeron en la inauguración del primer Foro global de política pública en enfermedad renal.

“Tener enfermedad renal crónica en México y no tener seguridad social o dinero para poder pagar su tratamiento es igual a muerte segura”, sentenció el especialista en nefrología Guillermo García García.

Aunque a nivel nacional Jalisco es “de los mejores ejemplos del país” en atención a personas con dicho padecimiento, según el presidente de la promotora de donación de órganos Fundación Ale, Carlos Castro; existen casos como el de Poncitlán que comprueban la conclusión sobre el diagnostico a nivel mundial.

En Poncitlán, poblaciones como San Pedro Itzicán y Agua Caliente, con altos índices de marginación, pobreza y contaminación, concentran los mayores casos registrados en el estado. Además de que Jalisco encabeza el segundo sitio a nivel mundial sobre personas con enfermedades renales.

“La lesión renal aguda (LRA) y la enfermedad renal crónica (ERC) comparten algunos factores de riesgo comunes, incluyendo pobreza, falta de educación, malnutrición, pobres condiciones sanitarias y laborales, exposiciones ambientales diversas, exposición a enfermedades infecciosas y a desastres naturales; así como pobre acceso a cuidados a la salud materno-infantiles, intervenciones de salud pública y a cobertura universal de salud”, se enlistó entre las conclusiones de los primeros paneles internacionales.

Además se advirtió que dichos males están ligados e incrementan la morbilidad inducida por otros padecimientos, como la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, obesidad, además de infecciones como la hepatitis y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

“No hay una política de salud renal en México. Eso lo dice todo. A pesar de que es un problema de salud, a pesar de la gran desigualdad, no hay una política pública de salud en materia de enfermedades renales en el país”, sostuvo García García, especialista del Hospital Civil de Guadalajara.

En tanto, el representante de Fundación Ale advirtió que hay estados que se llevan el deshonroso estándar de la desatención a dicha problemática.

Caso palpable, indicó, se da a través del Seguro Popular: en lugares como Tabasco, Chihuahua y Chiapas no se ha atendido la instrucción de destinar recursos de dicho programa a la atención de problemas renales.

“Los gobernadores tienen la responsabilidad de destinar 20 por ciento de ese dinero, de lo que les asignan para gastos catastróficos, de poner 20 por ciento de responsabilidad compartida; entonces, ese dinero lo tienen que regresar al Seguro Popular, quien ya les dijo que no lo regresen, sino que lo apliquen en atender este problema en específico y no lo han hecho”.

Nuevo León, Jalisco, Sinaloa y Sonora son los únicos que han atendido, pero no es suficiente, pues el fondo debe ampliarse para solucionar de fondo el asunto, aclaró.

La enfermedad tiene alta prevalencia en comunidades agrícolas; en algunos casos se ha ligado a la exposición al golpe de calor, al cambio climático y a otros factores ambientales y laborales, e impacta en forma desproporcionada a individuos jóvenes de sectores socioeconómicos bajos y ha emergido como un contribuyente mayor a la carga de la enfermedad, se expuso entre las conclusiones del foro que se realiza en la Ciudad de México, en el que participan especialistas de todo el mundo.

1 de cada 10 personas en el mundo sufre enfermedad renal crónica

8va causa de muerte en América Latina

2.6 millones de personas recibieron diálisis o trasplante renal en todo el mundo en 2010; para 2013 se espera que sean 5.4 millones

 

JJR/I