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El informe que desapareció desaparecidos

Ceci Patricia Flores, madre de dos hijos desaparecidos y líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora y México, escribió en redes sociales: “En el México real, somos las madres las que sacamos los pedacitos de nuestros hijos en costales”.

Subió este domingo, día del informe presidencial, un video en el que se observa a madres buscando cuerpos, no saben si deshechos, completos, mutilados o carbonizados. Esta vez se introdujeron en un pozo. “Seguimos aquí en Carbó, Sonora, solas, sin seguridad, sin peritos, sin bomberos… Solo nos tenemos a nosotros y nuestras ganas de volver (a) abrazarlos”. El mismo día, se preguntó: “¿Cuántas vidas caben en un costal? No importa cuánto juren que somos Dinamarca, que ya no hay muertos, ni masacres, ni desaparecidos. Estas madres que buscan solas y sus corazones rotos, tiene(n) otros datos, los de la realidad, los que duelen y sienten desesperanza”.

Ceci Flores escribió los mensajes después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentara su sexto y último informe de gobierno. Ella muestra una realidad terrible, de años; él tiene “otros datos”. De las personas desaparecidas, López Obrador solo hizo mención a los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa. Prometió justicia y localizarlos. Luego de casi seis años de gobierno, no lo cumplió. Avaló impedimentos y obstáculos surgidos desde las Fuerzas Armadas para conocer realmente qué sucedió y qué hicieron con quienes estudiaban para ser profesores. Es inaudito que, a poco de cumplirse 10 años de la desaparición, tras dos sexenios, la verdad la continúen ocultando los responsables. Eso muestra a un Estado débil, incapaz de garantizar seguridad, dominado por grupos delictivos dentro y fuera, que bloquean garantizar la vigencia del derecho a la vida, ya no se diga de otro, como es acabar la impunidad.

Los discursos de los gobernantes muestran la percepción o cómo conciben la realidad política, social, económica. Transmiten en qué consideran se debe enfocar la atención social, cuáles son las prioridades, hacia dónde caminar como nación. Parafraseando a un filósofo, los límites de su lenguaje son los límites de su percepción del mundo. En su sexto informe, López Obrador no mencionó ni una sola ocasión “derechos humanos”. No lo hizo en un país que padece una crisis de derechos humanos, no aceptada ni reconocida, e hizo a un lado cualquier referencia.

Tampoco habló de los más de 115 mil desaparecidos en el país, arriba de 50 mil cometidos en su sexenio. Desapareció a los desaparecidos en su discurso. No llamó a poner atención en las decenas de miles de víctimas, que pueden estar en cualquier lado, vivas o muertas. Estuvieron ausentes en su discurso, como han estado ausentes o minimizados, para atenderlos, en las políticas públicas erráticas de su sexenio. Ningún argumento puede justificar no poner todo por delante para localizar a los desaparecidos.

López Obrador no hizo referencia a los miles de cuerpos sin identificar, en una crisis forense amortajada con la crisis de desapariciones, envuelta en la crisis de derechos humanos que atraviesa México, y con el país, también Jalisco. Son tres crisis entrelazadas que en conjunto exhiben el horror anidado en capas sociales.

La esperanza para las familias es que Claudia Sheinbaum las escuche y dé un viraje total.

X: @SergioRenedDios

jl/I