INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Transición

Más allá de filias y fobias debemos reconocer que Claudia Sheinbaum, presidente electa de México, es una mujer muy preparada. Tanto así, que son pocos los mexicanos que alcanzan el grado de estudios con que cuenta.

Sheinbaum no sólo posee un alto grado de preparación académica, sino que lo tiene en materias nada fáciles como lo son la física y la energía, una de sus derivaciones más relevantes en la actualidad, considerando los grandes avances tecnológicos que día a día se obtienen en ese tema.

Independientemente de su preparación podemos decir que tiene tendencia de la llamada izquierda, muy probablemente adquirida desde niña en el seno de su familia, pues su padre y su madre fueron activos militantes de ese tipo de organizaciones.

Como estudiante, a través del Consejo Estudiantil Universitario, incursionó en la política como parte de los jóvenes que fueron fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y a partir de ahí fue construyendo una carrera, sin descuidar su veta de investigación científica.

Al parecer la preparación académica de la presidente electa la inclina a buscar colaboradores con iguales merecimientos. Los currículos de los futuros secretarios de Estado presentados el pasado jueves así lo demuestran.

No sólo es sobresaliente el grado académico y la experiencia de los funcionarios nombrados, sino la afinidad de sus estudios y experiencia con las posiciones que ocuparán a partir de octubre próximo.

Así, tenemos a Juan Ramón de la Fuente, que será secretario de Relaciones Exteriores. Cuenta con experiencia diplomática como representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además de haber sido rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante ocho años, con todo lo que conlleva un reto de esa magnitud.

Rosaura Ruiz será quien estrene la secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación como su primera titular, después de haber dirigido la Facultad de Ciencias de la UNAM y presidido la Academia Mexicana de las Ciencias, así como titular de la misma dependencia para la Ciudad de México (CDMX) en el último sexenio.

Julio Berdegué tiene licenciatura, maestría y dos doctorados, y cuenta con más de treinta años de trabajo, todo en el área agropecuaria y fue designado, precisamente, como nuevo secretario de Agricultura a partir de octubre.

Alicia Bárcena, bióloga de profesión con maestría en administración pública, será la titular de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene entre otros antecedentes haber sido la primera secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue), dependencia antecesora de la Semarnat, y directora del Instituto Nacional de Pesca.

Estos nombramientos parecen ser un acierto para el país, aunque todo dependerá de que estos destacados personajes puedan actuar con libertad aplicando sus conocimientos y experiencias en beneficio de los mexicanos. Para ello, deberán alejarse de la veleidosa política y sus inevitables desviaciones, teniendo como objetivo exclusivo el bien del país.

Ojalá que la nueva presidente del país se los permita y las ocurrencias del populismo de izquierda que nos ha dominado los últimos seis años se mantengan lejos de sus actividades.

Así sea.

X: @benortega

jl/I