INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Desmotivan a ciudadanos a participar

Parece que el desprestigio de los gobiernos y sus titulares por las decisiones que toman sus gobernantes está desmotivando a los ciudadanos a participar en los órganos, organismos, comisiones, comités y consejos ciudadanos porque, sencillamente, no los toman en serio.

A los diputados locales cada vez les está costando más trabajo llenar, así como dice el verbo, los espacios que tienen que nombrar para la integración de este tipo de organizaciones; incluso han tenido que declarar desiertas las convocatorias.

En las últimas semanas se dieron dos ejemplos claros del desinterés ciudadano: la integración de los nueve espacios de la comisión de selección del Sistema Estatal Anticorrupción y los cinco del Comité Técnico Ciudadano del Sistema de Mejora Continua de la Educación en Jalisco (Simejora).

Ayer, después de muchas trabas, los diputados locales pudieron tomar protesta a ocho de los nueve integrantes de la comisión de selección, porque uno esperó y esperó y mejor se fue, y después de dos convocatorias, porque una se declaró desierta.

Inicialmente habían logrado convencer a seis para reelegirse y así sólo cubrir tres vacantes, pero como sólo dos se registraron, la primera convocatoria se declaró desierta. Cuando emitieron la segunda y para evitar que volviera a pasar lo mismo, dejaron a salvo los derechos de los únicos dos inscritos y convencieron a uno de que se reeligiera para poder decretar completo este organismo.

Esto sorprende porque antes, en este tipo de elecciones, sobraban currículum de personas con un alto perfil para participar, y ahora simplemente ya no se anotan por los problemas que han tenido con los propios diputados sobre críticas de cómo lo hacen y por sus propuestas, muchas veces incómodas.

La participación activa que en el pasado tuvieron las universidades públicas y privadas, los empresarios y las organizaciones civiles no es la misma en estos momentos; simplemente están dejando de participar. Quizás se hacen de la vista gorda por el cúmulo de trabajo o quedaron tan ariscos de las críticas hacia su trabajo, que los desmotivan a seguir participando.

Ya casi nadie se acuerda, pero los integrantes de los consejos ciudadanos de Derechos Humanos, de Transparencia, Educación o del agua han demostrado que sus propuestas no prosperan y simplemente los dejan en visto.

Que sus nombramientos sólo sirven para completar los espacios que requieren por ley, y que en realidad no son escuchados y la mayoría de las veces mayoriteados y les dan largas.

Estos trabajos son honoríficos, tienen que ofrecer su valioso tiempo y en algunos casos hasta poner dinero de su bolsa para los gastos que surgen en las decisiones que toman, y pocas veces se van satisfechos del trabajo hecho.

Hace dos días, los integrantes de la Junta de Coordinación Política escucharon de viva voz las limitaciones y los tropiezos que han tenido los integrantes ciudadanos del Simejora, porque pese a sus esfuerzos y su capacidad sobrada para hacer el trabajo de nada ha servido cuando todo sigue igual o simplemente les contestan que lo están haciendo de otra forma.

El reto que tienen ahora es integrar este comité ciudadano cuando hay el antecedente de no ser escuchados ni tomados en cuenta.

Y no son los únicos que se han sentido desaprovechados, desoídos y olvidados; si recorremos todos los organismos ciudadanos, veremos que la percepción es la misma.

Y si hay quienes tienen el sueño de pertenecer a estos organismos o simplemente tener currículum, ahora es más fácil porque hay menos competencia, y hasta se pueden codear con los titulares. ¿Entonces sólo por currículum o por indicaciones?

[email protected]

jl/I