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Manual de autocrítica para dejar el cargo

De manera voluntaria, los servidores públicos electos por el voto deberían de hacer una autocrítica de su desempeño y animarse a hacerla pública.

Estamos a tiempo de que lo hagan y podrían hacer historia. En 11 días se van los alcaldes, regidores y síndicos que estuvieron tres años viviendo del erario, por lo que es justo que antes rindan cuentas a quienes votaron por ellos y lo hagan de manera individual.

Incluso la sugerencia es que usen sus propias redes sociales, a las que tanto vuelo le dan, para mostrar sus actividades personales y de trabajo.

Debido a que los presidentes municipales son los que encabezan los Informes de Gobierno, y el resto de los ediles y los síndicos simplemente se quedan como monitos de aparador, ahora la propuesta es que de manera voluntaria hagan su propio informe autocrítico, donde la honestidad y la sinceridad sean las cualidades del mismo para reconocer lo que no pudieron hacer y expliquen el porqué.

Incluso deberíamos de pensar en crear un Manual de autocrítica para dejar el cargo, y así solamente lo seguirían, porque no se trata de encontrar el hilo negro, sino simplemente a rendir cuentas y ser muy puntuales.

Este consejo también va para aquellos que brincan a otro cargo para poder tener la seguridad de que en la nueva encomienda lo harán mejor.

Sin embargo, estamos seguros de que este tipo de recomendaciones serán desechadas y de oídos sordos porque ¡claro!, ¿quién querría revelar lo que no pudo hacer?

Este informe también lo deberían asumir los próximos diputados locales que en un mes también dirán adiós, porque los pendientes por los que deben rendir cuentas son muchos.

Los funcionarios estatales también están en esta lista, sobre todo después de seis años de vivir de los jaliscienses. Tendrán que dejar el encargo porque cambia la cabeza o los más afortunados podrán brincar a otro por recomendación. Todos, todos deberían hacer su informe de autocrítica.

Debido a que siempre hablan de sus logros, porque eso sí, nunca olvidan presumir lo que sí hicieron, aquí la propuesta es decir lo que no pudieron hacerlo, lo que no lograron por equis razón y hacerlo público.

Sería un llamado a la conciencia para que se pueda revelar lo que intentaron muchas veces y no se les dio debido a que no estaba en sus manos, incluso anunciar los avances que dejan en ciertos temas para que otros lo retomen y no empiecen desde cero.

Los medios de comunicación y los columnistas son los que principalmente ejercen este papel, pero lo mejor sería que cuando se vayan tengan una obligación moral de decirlo.

Esto serviría para que hagan una evaluación interna, aunque sabemos que se pide mucho porque sería exponer a aquellos que no trabajaron o que solamente respondieron a intereses políticos económicos y de poder.

¿Alguien lo ha hecho?, ¿alguien se animará a hacerlo?, ¿es una utopía?

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jl/I