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Justicia selectiva

En su más reciente libro, Gracias (alguien dijo que ha escrito más libros de los que ha leído), del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirma, en la página 100, que el esposo de María Amparo Casar se lanzó del 12 piso de un edificio de Pemex, con intención de suicidarse. Que Casar y Héctor Aguilar Camín acudieron con el entonces procurador Bernardo Bátiz “para pedirle que cambiara el acta, modificando lo de suicidio por accidente”, para poder cobrar el seguro y la pensión. AMLO agrega: “Bernardo me contó sobre esta petición y coincidimos en que eso era incorrecto. Sin embargo, el influyentismo se impuso”.

Por su parte, Casar recién publicó Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó, donde asegura que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se define por seis características: incompetencia, impunidad, incongruencia, ilegalidad, desinstituionalización y desinformación. No son sólo deficiencias del régimen, son los ejes sobre en los que se resume la 4T (que, a decir de Cuauhtémoc Cárdenas, no tiene idea de lo que es).

AMLO ha venido repitiendo todo el sexenio que “la venganza no es su fuerte”, pero sus acciones dicen lo contrario, y que su gobierno se ha distinguido por el combate a la corrupción. Sin embargo, no es así: Rosario Robles fue encarcelada por tres años a partir de una licencia de conducir patito que de seguro la misma Fiscalía fabricó para tenerla en la cárcel (además de que el juez que vio el caso es sobrino de Dolores Padierna, esposa del “Señor de las Ligas”). Al final, Robles fue exonerada en el caso relacionado con la Estafa Maestra.

Por otro lado, ha fustigado la actuación de los expresidentes, al grado de promover una consulta para enjuiciarlos. La Suprema Corte modificó la pregunta inicial y redactó un galimatías. Resultado: solo votó 7.7 por ciento de los electores. De hecho, no necesitaba la consulta, pero –como Poncio Pilato– quería “lavarse las manos”, pero no le resultó.

Casar señala que, ante evidentes actos de corrupción, influyentismo y nepotismo, en este sexenio, ningún funcionario público ha sido investigado, pero han permanecido en el cargo o simplemente los mueven de cargo. Ignacio Ovalle, de Segalmex, desvió más de 15 mil millones de pesos y sigue cobrando en el gobierno federal. Al igual que Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), responsable del incendio en el centro de detención donde murieron 40 migrantes.

La corrupción puede ser por comisión u omisión: cuando murió el esposo de Casar, el jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal era AMLO y el procurador era Bátiz, quien admite no haberse reunido con Casar, como se señala en el libro. Además, Casar ya fue acusada y juzgada por supuesta corrupción, pero no hay una denuncia de por medio.

El libro de Casar pone los puntos sobre las íes y se imponen a las comas (por aquello de no mover ni una coma en las iniciativas de AMLO).

X: @Ismaelortizbarb

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