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Limitarismo o tener demasiado

¿Cuál es límite de la riqueza de una persona? ¿Hay un tope de cuánta riqueza se puede tener? ¿Cómo incide esto en la desigualdad? El economista francés Thomas Piketty argumenta que la desigualdad económica es un fenómeno central en las economías capitalistas modernas y que tiende a aumentar a menos que desde el Estado se implementen políticas específicas para contrarrestarla. Sostiene que la desigualdad es inherentemente problemática y puede socavar la estabilidad social y el progreso económico a largo plazo.

Por su parte, la neerlandesa Ingrid Robeyns se ha dedicado los últimos diez años a dar respuesta a estas interrogantes. Recién acaban de salir a la luz dos libros, uno en español y otro en inglés. El primero, Tener demasiado. Ensayos filosóficos sobre el limitarismo y el otro, Limitarismo: el caso contra la riqueza extrema, donde expone un novedoso concepto: el limitarismo. Es una teoría económica, filosófica y política que se centra en la idea de que el acceso a ciertos bienes y recursos debe ser limitado para garantizar la igualdad y la justicia distributiva.

Los principales postulados filosóficos del limitarismo de Robeyns sostienen que la distribución de recursos y bienes debe estar sujeta a límites para asegurar que todos tengan acceso a un nivel básico de bienestar. Esto implica reconocer que los recursos son finitos y que su distribución debe ser gestionada de manera justa y equitativa. Según Robeyns, es importante establecer umbrales mínimos de bienestar por debajo de los cuales ninguna persona debería caer. Esto implica identificar ciertos bienes y servicios básicos necesarios para llevar una vida digna y asegurar que todos tengan acceso a ellos.

“Tener demasiado” se refiere a la posesión de recursos y bienes en una cantidad que excede lo necesario para una vida digna y plena, y que no contribuye significativamente al bienestar individual pero sí agrava la desigualdad y los problemas ambientales: busca establecer un equilibrio promotor de justicia social y la sostenibilidad ambiental.

Claro que la teoría ha sido criticada al considerar que el limitarismo puede ser vago o impreciso en cuanto a qué recursos y en qué medida deben ser limitados; esto dificultaría llevar a la implementación de políticas concretas y en la definición de los límites adecuados para garantizar la justicia distributiva.

Alegan que establecer límites crea incentivos perversos o distorsiones en el comportamiento humano; por ejemplo, que personas podrían reducir su productividad o esforzarse menos si sus esfuerzos no rebasan ciertos beneficios. Estas críticas reflejan las preocupaciones que surgen al considerar la viabilidad del limitarismo como un marco teórico para abordar cuestiones de justicia distributiva y bienestar social.

La teoría del limitarismo de Robeyns es atractiva porque ofrece una respuesta coherente y pragmática a los desafíos éticos, ambientales y sociales que enfrentamos hoy en día. Al proponer límites razonables al consumo y la acumulación, se busca construir una sociedad más justa, equitativa y sostenible, que valora el bienestar humano y la salud del planeta por encima de la riqueza material desmedida.

X: @Ismaelortizbarb

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