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¡Vivos los queremos!

Desde la tragedia de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en 2014, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se ha manifestado año con año el dolor de las desapariciones en México de las formas más diversas.

En este 2023 a través de FIL Pensamiento, el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, y con la organización del Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara, se realizó un foro con múltiples voces para reflexionar sobre “la desaparición de personas en México, lucha, memoria y resistencia desde la sociedad civil”.

Con la participación de familiares agrupados en Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos de Jalisco (Fundej), con su fundadora, la señora María Guadalupe Aguilar; colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco, con su cofundador Héctor Flores; colectivo Entre Cielo y Tierra Oficial, con la participación de su fundadora Martha Leticia García Cruz; voces del periodismo como Rubén Martín, Darwin Franco y Celia del Palacio; presencia del Centro de Justicia para la Paz y Desarrollo (Cepad), con su codirectora Anna Karolina Chimiak y con la participación de las académicas Ulrike Capdepón, Denisse Ayala, Silvana Rabinovich y el investigador David Coronado, se escucharon mensajes contundentes sobre las desapariciones en Jalisco, un problema que rebasa los límites de lo imaginable.

Impunidad, crisis forense, delito pluriofensivo, ausencia de justicia, violaciones de derechos humanos, afectaciones a la salud física y mental de las familias, autoridades rebasadas, narrativa oficial carente de humanidad, manipulación de cifras, represión, censura, deslindarse de la problemática, violencia simbólica, violencia estructural, invisibilizar, indiferencia, revictimización, desamparo, incertidumbre, duelo suspendido, temor, vulnerabilidad, estigmas sociales e institucionales, maltrato son algunas de las palabras que se escucharon una y otra vez en las intervenciones de las personas participantes del foro para referirse a la situación que prevalece en Jalisco y la actuación de las autoridades.

Desde la resistencia de las familias, una narrativa diferente se expresó también: pelear, resistir, persistir, sembrar semillas de esperanza, tener caminos para la memoria y contra el olvido, luchar desde los cuidados y el amor, perseverancia, fuerza, sensibilidad, no parar, exigir justicia, encontrarles, buscar, alzar la voz, solidaridad, empatía, respeto, condolerse, construir un contradiscurso frente a la indiferencia del poder, crear memoria desde abajo, escuchar, poner las manos, poner el cuerpo, abrazar, acuerpar, ocupar el espacio público, luchar por la vida.

Se hizo énfasis en la necesidad de entender las desapariciones como un delito pluriofensivo que no ha sido reconocido por las autoridades en la gravedad de su dimensión y reconocer las afectaciones sociales que provoca; se señaló que el camino hacia la búsqueda, investigación y justicia es largo, complicado y doloroso ante el estigma y revictimización constante, pues prevalecen malos tratos de las autoridades contra familiares; que el dolor y duelo suspendido dejan graves secuelas en la salud y que las familias de las víctimas se enfrentan a situaciones de ansiedad o depresión sin que existan mecanismos de atención integral eficientes.

La presencia de las familias durante el foro de reflexión fue contundente; mensajes como “nadie merece desaparecer”, “no paramos de buscar y enfrentar los desafíos que ello implica”, las familias “nos enfrentamos a la búsqueda, investigación y luchamos para enjuiciar a los responsables”, “estos son los rostros del dolor permanente” y el análisis desde el periodismo y la academia mostraron la complejidad de un problema que avanza, se incrementa y en el que prevalecen fallos estructurales del sistema de procuración y administración de justicia que derivan en impunidad.

Una sola persona desaparecida es demasiado, más de 15 mil en Jalisco es una muy grave violación a los derechos humanos que parece invisible a los ojos de autoridades y cuya actitud de indiferencia contrasta con la lucha incansable de las familias que enfrentan todas las adversidades con gran dignidad y fuerza.

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