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Autoridades educativas le deben mucho a víctimas de acoso

Foto: Cuartoscuro/Archivo

En el caso de Fátima, la menor que sufrió acoso escolar en su centro educativo en Iztapalapa, Ciudad de México, los padres de familia ya habían reportado el acoso que sufría a las autoridades del plantel, sin embargo, negaron los hechos y no le pusieron atención, a pesar de que por ley ya se establecen responsabilidades a las escuelas sobre estos conflictos, así como en la Ley General de los Niños, Niñas y Adolescentes, así lo explicó Juan Martín Pérez, director ejecutivo de Tejiendo Redes por la Infancia en América Latina y el Caribe.

Sin embargo, existe la otra parte del tema que es el “algoritmo del odio”, como lo llama el directivo y se trata de la desinformación que se genera cuando temas como estos se hacen virales y sacan beneficios económicos sobre esto, por lo que pide a la gente y sobre todo usuarios de redes sociales que no se difunda información que no esté confirmada.

Juan Martín Pérez puso como ejemplo el caso de Fátima en el que las autoridades ya desmintieron que haya sido arrojada de alguno de los pisos del plantel educativo, las autoridades confirmaron que sí está hospitalizada, sin embargo, no han dado más detalles.

Lo que no se puede negar, asegura el director, es el acoso escolar en México pues, alrededor del 28% de los estudiantes lo han vivido, es decir, más de 3 millones de niños/as y adolescentes, además de otra gran cantidad que sufre ciberacoso.

La SEP ha desarrollado protocolos de seguridad escolar que se basan en escuchar a los afectados, ponerlos en resguardo de los agresores, convocar a los padres de familia del /la agresor/a y de ahí tomar medidas por parte de las autoridades competentes, sin embargo, esto no sucede, de acuerdo con Juan Martín Pérez, pues se reduce todo a un pleito de estudiantes evidenciando la normalización de la violencia como solución de conflictos.

“La Secretaría de Educación Pública (SEP), sindicatos y la CNTE priorizan sus intereses adultos contra niños y niñas sobre la ley y se han negado a cumplir con protocolos que ya están en la ley”, mencionó.

Hoy en día, asegura el directivo, se puede sancionar, pero si no se cambian las dinámicas no va a pasar nada. Hay que poner atención a las repercusiones desde los que graban el acoso, se burlan, se callan, hasta los profesores y autoridades que no hacen nada cuando se les reporta.

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