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Estudiantes desaparecidos

En memoria de Salomón, Marcos y Daniel. No son tres, somos todxs

 

El 19 de marzo de 2018 tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) fueron desaparecidos en el municipio de Tonalá en Jalisco; sus nombres eran Javier Salomón Aceves Gastélum, Marco Francisco García Ávalos y Jesús Daniel Díaz García. Las investigaciones de la Fiscalía del Estado indicaron un mes después (abril) que localizaron rastros biológicos que permitieron identificarles con ADN, pero sin encontrarse nunca los cuerpos.

La desaparición provocó una ola de indignación y las acciones convocadas por estudiantes y profesores del CAAV tuvieron el respaldo de la ciudadanía y otros universitarios. La tragedia recordaba a los 43 estudiantes normalistas (Ayotzinapa) víctimas de desaparición forzada en Guerrero, pero también lo sucedido en julio de 2013 en Lagos de Moreno cuando fueron desaparecidos y privados de la vida seis jóvenes y un adulto a quienes se pretendió criminalizar para justificar la inacción de las autoridades frente a su desaparición.

Las movilizaciones para exigir la búsqueda de los estudiantes del CAAV y posteriormente para reclamar justicia significaron una voz de alarma hacia la población de Jalisco, pues mostraron que cualquier persona (particularmente la juventud) está en riesgo por el contexto de inseguridad, violencia y las desapariciones que iban en incremento.

Apenas una semana antes de la desaparición de los estudiantes del CAAV, la Comisión Estatal de Derechos Humanos había emitido una recomendación general que contenía propuestas, acciones y peticiones dirigidas a los poderes Ejecutivo y Legislativo de Jalisco, ayuntamientos y otras dependencias, con el propósito de efectuar acciones en materia de prevención del delito y para garantizar los derechos humanos de la población estudiantil, ya que el contexto generalizado de inseguridad les volvía vulnerables a las agresiones en los entornos de los espacios universitarios y en el tránsito hacia la escuela o domicilio.

El reclamo de justicia por la presentación con vida de Salomón, Marco y Daniel también llevó a resignificar el espacio denominado Glorieta Niños Héroes para transformarse en la Glorieta de las y los Desaparecidos, en la que familiares y colectivos han colocado lonas y losetas con imágenes de quienes no han podido regresar a casa, constituyéndose como un sitio para honrar su memoria y exigir la búsqueda.

Luego de cinco años, poco se ha avanzado en el cumplimiento de la recomendación de la CEDHJ, la situación de inseguridad prevalece y sus afectaciones hacia la juventud: en 2018 fueron desaparecidos –sin que hasta la fecha hayan sido localizados– Juan Carlos Castañeda Gómez (estudiante de preparatoria en Autlán), Edgar Oswaldo Gurrola Montenegro (estudiante del Politécnico), Ángel de Jesús Colunga Arriero (CUAAD), en 2019 Adrián Ponce Morales (CUCiénega), en 2020 Carlos Maximiliano Romero Meza (CUAAD), en 2021 Rubén Arreola Marroquín (trabajador de CUTonalá) y José de Jesús Covarrubias Martínez (CUTonalá) junto con su hermano; en junio de 2021 fueron sacados por la fuerza de su domicilio los hermanos Ana Karen, Luis Ángel y José Alberto González Moreno (CUCSH), quienes fueron asesinados.

Siguen sin ser encontrados Daniela Isabel Magaña Castellanos desde 2014 (Preparatoria de Zapotiltic), Jorge Eduardo Martínez Gómez desde 2016 (CUCEA) y César Ulises Quintero, quien desapareció en 2017 (CUCiénega) y en 2022 se llevaron a Miguel Alejandro Soto Marín (CUCEA) sin que haya sido localizado hasta ahora.

El rector general de la Universidad de Guadalajara ha señalado que en el periodo que comprende de 2014 a 2023 se tiene registro de 71 estudiantes de la UdeG que han desaparecido en distintos hechos; de éstos, 46 se localizaron con vida, 17 aún están sin localizar y ocho fueron encontrados sin vida.

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