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Paisana, paisano, los necesitamos

Las y los mexicanos residentes en el exterior están llamados a participar y definir con su voto a las y los representantes populares en la elección del 2 de junio. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó ampliar el plazo del 20 al 25 de febrero para que las y los paisanos puedan registrarse y obtener su credencial para votar en 23 consulados, la mayoría de estos en Estados Unidos, otro en Montreal, Canadá, uno más en Madrid, España y otro en París, Francia.

Y es que, hasta ahora, suman más de 151 mil personas registradas para participar en la próxima elección y de ese universo, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado contabiliza poco más de 13 mil 800 electores jaliscienses en el extranjero, interesados y motivados para ejercer su derecho al sufragio. Esta es una buena noticia frente a los números registrados en la elección de 2018, en la que las y los jaliscienses sumaron alrededor de 8 mil votos desde el extranjero.

Pero ¿por qué deberían votar y ser votados los mexicanos residentes en el extranjero?, se escucha en los micrófonos de los informativos y en los acalorados debates partidistas callejeros y de sobremesa. Pues mire, la primera razón es porque están en su legítimo derecho y porque, aunque se lea trillado y parezca hasta utópico –con toda razón–, porque en este país tenemos un sistema democrático. De su calidad y asequibilidad luego hablamos.

Luego, porque como ellas y ellos mismos dicen, no deberían ser privados de este derecho solo por residir fuera del país. Además, muchas y muchos paisanos están más y mejor informados de lo que pasa en sus municipios, en su estado y la República que quienes aquí residimos.

Pero a las y los paisanos ¿quién les va a venir con el cuento de que la seguridad en sus comunidades y los recursos económicos que obtienen en el trabajo son insuficientes para mantenerse en este país y compartir dignamente la vida con sus familias y amistades? Ellos lo saben, quizá por esas mismas circunstancias es que tuvieron que migrar. No importa el año, el periodo gubernamental o partido en el poder, esta realidad se repite y parece no terminar.

Y para quienes argumentan que la participación electoral de las y los paisanos es cara y gravosa, pues acá va otro contrargumento económico apabullante: el año pasado, el envío de remesas a nuestro país superó los 63 mil millones de dólares. En su mayoría este dinero sirve para apoyar o sostener la economía de muchas familias; algunos compatriotas incluso, tienen negocios en México y generan fuentes de empleo en su país; otros poseen alguna propiedad y como cualquier hijo de vecino, pagan sus impuestos.

Por eso mismo, los institutos políticos están obligados a postular a las mexicanas y los mexicanos residentes en el extranjero a cargos de elección. Al menos, una candidatura en los primeros 10 lugares de la lista de representación proporcional o plurinominal por cada partido y garantizar así su representación, para que las agendas –de los paisanos– sean cada vez más conocidas, debatidas y atendidas.

La del estribo, las y los mexicanos en el extranjero merecen votar porque el sufragio no es una concesión graciosa, sino una cuestión de equidad, de justicia y de participación democrática que reconoce la importancia y contribución que hacen a su país; así que, si usted tiene familiares, amigos o conocidos mexicanos en el extranjero, avíseles que pasen al consulado porque se amplió el plazo para su registro y para que obtengan o renueven su credencial. Cuénteles que es importante que conozcan las modalidades en las que podrán votar: de forma postal, electrónica y de manera presencial en los módulos receptores de votación. También podrán consultar o aclarar dudas en el sitio oficial del INE para este propósito: votoextranjero.ine.mx

X: @claudiaacn

jl/I