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Leones, del gran rugido al maullido

(Foto: Especial)

El futbol profesional en la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha deambulado entre la alegría y la tristeza, la gloria y el fracaso. Sus aficionados y quienes han construido la historia de la franquicia de Leones Negros han viajado en una montaña rusa por las ilusiones generadas y los regresos a la realidad.

Eso, después de vivir la etapa exitosa de 1974 a 1994 en la que sumó un título de Copa México, tres subcampeonatos de Liga y dos subcampeonatos de Copa México, convirtiéndose en un protagonista del futbol mexicano durante ese periodo de 20 años.

Al desaparecer la franquicia en 1994 debido a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) había decretado que ninguna institución pública podía destinar su presupuesto al deporte profesional, el equipo reapareció el 25 de mayo de 2009, pero en Liga de Ascenso.

Aquel mediodía, el entonces rector Marco Antonio Cortés Guardado anunciaba en el edificio del Museo de las Artes de la UdeG que habían adquirido la franquicia del equipo tapatío, filial del Club Guadalajara en Liga de Ascenso, en 800 mil dólares, incluyendo a los jugadores integrantes de dicho equipo con la idea de volver a la Primera División a mediano plazo.

El proyecto del retorno les llevó cinco años al ganar la Final de la Liga de Ascenso el 10 de mayo de 2014 en un partido dramático ante Estudiantes Tecos.

Tras la euforia del festejo, en unos días más también se informaba de los planes inmediatos para armar el equipo con el objetivo de no tener una aventura pasajera en Primera División luego de 20 años de ausencia.

El rector Tonatiuh Bravo Padilla aclaraba que no recurrirían a la fórmula que en el pasado les dio grandes resultados al abrir la cartera con contrataciones espectaculares, y serían más reservados.

A principios de junio, el personaje que había sido determinante en la desaparición del equipo en 1994 seguía muy presente: Raúl Padilla López. En aquella década era el rector de la Universidad, y después reconocería que se equivocó al esfumar a una franquicia que era rentable.

“Fue un error, pudo haber diversas formas de mantenerse. Después cambió el panorama de los patrocinios, pudimos encontrar otras fórmulas; no se hizo, y hemos regresado tratando de generar las condiciones de tener un equipo competitivo. Ahora hay condiciones para un equipo sustentable.

“En 1993-1994, en la que ya era rector, pasamos por una etapa muy difícil, en la que muy a mi pesar tuvimos que venderlo, pero 20 años después regresamos, y lo hacemos por la puerta grande después de una gran campaña, muy bien conducida por Alfonso Sosa. Yo tengo una emoción por haber sido responsable de su venta hace 20 años, y me quiero sentir como uno de los responsables de que este equipo regrese con gran fuerza”, dijo en conferencia de prensa al presentar los planes en el mismo sitio del Museo de las Artes (Musa).

Sin embargo, al igual que en 2009 cuando se hizo público que Leones jugaría en la Liga de Ascenso, y como sucedió después en 2014, a Padilla López se le recordó que a él no se le identificaba como un amante del futbol y sí más como un promotor de actividades culturales en la Universidad como la Feria Internacional del Libro o el Festival de Cine Mexicano. En ambas ocasiones recordó que sí le gustaba el futbol con una anécdota muy personal como compañero de Fernando Quirarte, ex capitán del Guadalajara.

“Soy aficionado, jugué al futbol, yo jugaba más futbol que otros deportes. Fui defensa del (colegio) Cervantes, Quirarte era mi suplente, después me desarrollé en actividades académicas. De hecho, Quirarte tenía más facultades para el basquetbol que para el futbol, y después se dedicó al futbol; yo al revés, pero no me dediqué y cancelé mis planes deportivos. Si yo hubiera seguido jugando hubiera jugado en el Barcelona, porque si Quirarte, que no tenía facultades para el futbol, jugó en selección y hasta un mundial, pues yo hubiera podido”.

Padilla dio a conocer cifras que hacían pensar que el nuevo proyecto de Leones Negros era atractivo no solamente en la parte deportiva, sino en lo económico, por lo que contrató a un viejo conocido como Juan José Frangie para que manejara el área de mercadotecnia, que en Chivas le dio buenos dividendos, pero no en Estudiantes Tecos.

Según sus evaluaciones, en 2009 la franquicia tenía un valor de 25 millones de pesos, y cinco años después ya en Primera aumentó a 413 millones de pesos.

De entrada se decidió mantener en la dirección técnica a Alfonso Sosa, con quien habían logrado el ascenso.

Para reforzarse con miras a competir en el periodo 2014-2015 se armaron con 11 jugadores nuevos, para lo cual se solicitó un préstamo de 120 millones de pesos al Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara.

Entre las contrataciones que destacaron de aquel grupo de jugadores estaban el argentino Leandro Cufré, Héctor Reynoso, el catalán Marc Crosas y el ecuatoriano Fidel Martínez. Pero el fichaje más cuestionado fue el del delantero uruguayo William Ferreira, quien en el Apertura 2014 sólo aportó un gol al equipo, además de fallar un penalti.

Par el Torneo Clausura 2015, en el que estaban obligados a sumar la mayor cantidad de puntos posibles, apostaron por una tripleta de jugadores ecuatorianos poco conocidos como Juan Anangonó, Jonathán Gonzales y Fernando Guerrero.

Así, con una plantilla modesta, calificada como la segunda más barata de dicho torneo con un valor de 27.2 millones de dólares, enfrentaron 17 fechas más en las que al final se quedaron a un punto de salvarse del descenso por uno más que hizo Puebla.

Aun con lo económico que era su plantel, ya era imposible sostener dicha nómina en el Ascenso, por lo cual el equipo se desmanteló al perder ingresos de por lo menos 10 millones de dólares en patrocinios, derechos de televisión y venta de productos en el estadio.

De tal forma que, con la idea de volver de inmediato, se contrató a Daniel Guzmán para los torneos Apertura 2015 y Clausura 2016, y se quedó en semifinales.

El Travieso Guzmán ya no renovó debido a que la directiva le planteó que para 2016-2017 la idea era apoyarse con jugadores de su cantera y no fichar gente por fuera.

El que aceptó asumir el desafío con un grupo más modesto fue Joel Sánchez.

Un eventual retorno de Leones Negros a Primera División se vislumbra muy lejano bajo el axioma de “hacer más con menos”.

Para hacer memoria

  • 25 de mayo 2009. Reaparece en Liga de Ascenso al comprar la franquicia del Tapatío de Chivas en 800 mil dólares
  • 10 de mayo 2014. Asciende Leones Negros
  • 413 millones de pesos costaba el equipo que ascendió
  • 120 millones de pesos fue el préstamo del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara para adquirir jugadores de cara al periodo 2014-2015
  • 27.2 millones de dólares era el valor de plantilla en Primera División
  • 10 millones de dólares perdió la UdeG al descender por conceptos de patrocinios, derechos de televisión y venta de productos en el estadio

Contrataciones destacadas

Leandro Cufré
Fidel Martínez
Héctor Reynoso
Félix Araujo
Marc Crosas
William Ferreira
Andrés Ríos
Fernando Guerrero
Juan Anagonó
Jonathán Gonzales