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La salud integral de los adultos mayores

En la actualidad estamos viviendo a nivel global un fenómeno de acelerado envejecimiento poblacional, de manera que hay cada vez más adultos mayores y México no es la excepción.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1990 la población de 60 y más años alcanzó los 5 millones de habitantes y en un lapso de 30 años aumentó de manera constante hasta prácticamente triplicarse: 15.1 millones. La cifra, actualizada al 2020, equivalía al 12 por ciento del total poblacional.

Ahora bien, la vejez es una etapa de la vida que puede ocurrir de manera exitosa o patológica. Hoy particularmente me interesa resaltar lo correspondiente a los cambios del envejecimiento patológico:

Plano biológico. Hay un envejecimiento prematuro de los órganos, procesos morbosos descompensados y la hospitalización es frecuente. Los cambios que afectan la esfera biológica de las y los adultos mayores se manifiestan en afectaciones en su estructura muscular, sistema esquelético, articulaciones, aparato digestivo, sistema circulatorio, sistema inmune, sistema nervioso y órganos de los sentidos.

Plano psicológico. Aparece una pérdida progresiva o irreversible de procesos psicológicos. La persona no enfrenta adecuadamente el estrés, tiene una autovaloración negativa de sí misma y un sentido pesimista de la vida. Los cambios que afectan su esfera psicológica se manifiestan en procesos cognitivos que abarcan la atención, lenguaje, memoria, habilidades constructivas, funciones cognitivas superiores (abstracción, conceptualización, solución de problemas y cálculo) y funciones superiores de control mental, y la afectividad.

Plano social. Hay una pérdida total de los roles sociales que anteriormente jugaba (por ejemplo, la jubilación y la viudez) y estos no son sustituidos por nuevos roles. Hay una ausencia de apoyo social; se tiene una baja autovaloración; se es dependiente de alguien más; se vive en soledad no deseada; hay conflictos intergeneracionales e inactividad social y surgimiento de estereotipos y prejuicios sociales hasta llegar en no pocos casos al maltrato (físico, negligencia o abandono, económico, emocional o psicológico, violación de sus derechos y abuso sexual).

Por todo ello, resulta sumamente importante el Programa Salud Casa por Casa para Adultos Mayores que recientemente anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, pues podrá garantizar su derecho a la salud. Lo que sería sumamente lamentable es que en tal programa se fuera a omitir la atención psicológica por profesionales de la psicología y psiquiatría, o que se improvise a personas no capacitadas profesionalmente para atender la salud mental de nuestras personas adultas mayores.

¡Porque la salud mental también es nuestro derecho!

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jl/I