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Caabsa y su fama pública

La semana anterior publiqué en este espacio una opinión sobre la decisión que tomarán los presidentes municipales de Guadalajara, Tonalá, El Salto y Tlajomulco de Zúñiga ante los incumplimientos de la empresa concesionaria del servicio de recolección y disposición final de la basura. Como consecuencia, recibí una carta del representante legal de la empresa, Óscar Osvaldo Hernández Pérez, quien haciendo uso del derecho de réplica, previsto en la Constitución, pidió algunas aclaraciones.

En la columna mencioné la auditoría que se ordenó a la empresa cuando el ahora gobernador Enrique Alfaro era alcalde de Guadalajara. Al respecto, señala que “todo el tiempo que Caabsa Eagle ha prestado los servicios de recolección, transferencia y disposición final de los residuos sólidos domiciliarios de los municipios de Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y El Salto hemos brindado un servicio constante, confiable y eficiente, situándonos como uno de los servicios públicos mejor evaluados por los ciudadanos durante estos años”. Para respaldar este dicho, agrega ligas a encuestas de 2017 del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG) de Jalisco, una más de la Secretaría del Sistema de Asistencia Social y otra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Los señalamientos sobre las revisiones que se han hecho a la empresa Caabsa Eagle en el municipio de Guadalajara están en las conclusiones de las auditorías. Una de las más importantes es la elaborada en 2019, cuando ya el alcalde era Ismael del Toro, bajo el número AAD/08/2019, en la que se revisó el periodo del primero de enero al 31 de diciembre de 2018. Suponemos que la empresa la conoce.

En la revisión se encontró que la empresa no renovó el parque vehicular, según lo establecido en el contrato, que recibía “residuos sólidos de parte de otros municipios sin la autorización del Municipio (de Guadalajara), diferencias importantes entre las toneladas que acreditó la empresa y las que cobró y el ingreso de basura que no correspondía a la recolección domiciliaria (papeleras y privados)”, entre otras faltas.

A pesar de eso, el representante de la empresa asegura que es falso que “se hayan encontrado irregularidades en la prestación de nuestros servicios” y que “siempre ha habido supervisiones en la recolección, traslado, transferencia, así como en la disposición final de los residuos. Asimismo, los tickets de pesaje son firmados y verificados por el personal del municipio, para después ser enviados al área de Aseo Público para una nueva revisión”.

En el texto, Osvaldo Hernández Pérez asegura que Caabsa tiene “como principales valores la ética, compromiso, responsabilidad, calidad, excelencia y confiabilidad” y una “estricta política anticorrupción". Además, rechaza que “durante el tiempo que hemos prestado nuestros servicios a la ciudadanía hayamos generado un grave daño al medio ambiente”. También asegura que la empresa es propietaria de parte de los predios del ex relleno sanitario de Los Laureles y de varias hectáreas aledañas al mismo, por lo que sí se hace responsable del destino final.

Sobre la calidad del servicio que ofrece la empresa los ciudadanos y los alcaldes han declarado bastante en los últimos meses. La periodista Nancy Ángel informó el mes pasado que rompieron récord de quejas en el primer semestre de 2023, con 8 mil 848 reportes de los ciudadanos. El daño ambiental por el uso inadecuado del basurero de Matatlán y el rezago en el cierre de Los Laureles han sido documentados de manera reiterada por vecinos, autoridades y medios de comunicación.

En resumen, la historia de Caabsa la conocemos los habitantes de la ciudad. No depende de lo que yo escriba.

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