Quinto Patio

El gobernador Enrique Alfaro Ramírez anunció ayer el lanzamiento del Seguro Salud Jalisco. Se trata de otra de sus apuestas, ya en el ocaso del sexenio, donde nuevamente busca realizar algo diferente a lo que ha hecho el federal. Y como le agrada comparar su administración con la del presidente Andrés Manuel López Obrador, en materia de salud la tiene ganada.

Lo hecho por el gobierno de la 4T en salud ha sido un fracaso. Tras desbaratar el Seguro Popular, luego tronó el modelo del Insabi, que anunció casi como una de las siete maravillas; tronó el sistema de abasto de medicinas que derivó en una pesadilla para millones de enfermos, con una megafarmacia fallida; le apostó al IMSS Bienestar, que trae una carga tan pesada con la población no derechohabiente, que por más maromas que hace, no resolverá de fondo la grave problemática. La promesa de que se tendrá un sistema de salud mejor que el de Dinamarca suena a burla.

El anuncio del Seguro Salud Jalisco se hace en un contexto electoral, que pretende en junio (mes de los comicios) tener credencializados a un millón de personas de 20 a 65 años de edad que carecen de los servicios de salud. Lo detallará cuando la veda electoral es obligatoria. La meta es cubrir la atención que dejó el desaparecido Seguro Popular y, ha dicho el gobernador, mejorar y ampliar sus alcances. Que realmente se ofrezca un mucho mejor servicio, sin reproducir los vicios, errores y ocurrencias del gobierno federal, será un reto de quienes laboran en el área de salud. De los que están en la batalla diaria. En ese deslinde permanente con el gobierno federal, si esta administración ya creó su sistema tributario estatal, ahora va por su propio modelo de salud. Que cumpla lo prometido, está por verse.

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De los 38 diputados locales, 24 podrían tener una candidatura en el próximo proceso electoral y deberían pedir licencia para no estar realizando tareas legislativas a medios chiles. Cuando menos en Movimiento Ciudadano, su coordinador estatal, Manuel Romo, señaló que hay un acuerdo para que todos pidan licencia al cargo y manden llamar a sus suplentes, para que los legisladores se dediquen ex-clu-si-va-men-te a la petición del voto, pero hay que ver cuántos le harán caso y si respetarán el supuesto acuerdo.

A ningún diputado local la ley lo obliga a pedir licencia y, al final de cuentas, quedará a su criterio. Los que competirán por un municipio están pensando pedir licencia, al igual que quienes coordinarán campañas, pero los que van por la reelección o por diputaciones federales no se quieren ir, porque se quedarían sin sueldo. Pobechitos. No quieren dejar la vaca de oro.

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Por lo pronto, hoy volverá a ser un día pesado en el Congreso del Estado, en cuanto a las sesiones de pleno. La agenda tiene asuntos importantes. Porque, por ejemplo, se pretende sacar toooooooodos los temas pendientes antes de supuestamente irse de licencia, como la reforma para que la UdeG tenga su presupuesto constitucional; el presupuesto del Congreso local a ejercer en este año, la sangoloteada reingeniería administrativa para repartirse (of course) las plazas vacantes entre las fracciones parlamentarias y otros asuntos.

Si la sesión plenaria se realizara con los diputados suplentes, que llegan novatones y novatonas, se les haría bolas el engrudo. Lo hemos visto.

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El viernes de la siguiente semana será el Día Internacional de la Mujer. Jalisco llegará a ese día con más asesinatos de mujeres. En 24 horas victimaron a tres en la zona metropolitana: una, en la colonia Lomas del Cuatro, y otra en la colonia Francisco I. Madero, ambas en Tlaquepaque; y una más en la colonia Puerta Real, de Tlajomulco. Abominable. Terrible. Doloroso.

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jl/I