INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Austeridad y tragedia

La austeridad no funciona. Punto.

Mark Blyth

 

Aproveché el período vacacional para ver algunas películas rezagadas. Una de ellas fue Kursk (2018), una historia verdadera del hundimiento del submarino nuclear ruso K-141. En unos ejercicios navales de rutina en el mar de Barents, el 12 de agosto de 2000, la nave sufrió un par de explosiones que casi destruye la totalidad del submarino. Con una tripulación de 118 marineros, solo sobrevivieron 23 que se refugiaron en un compartimiento con poco daño. Se intentó un rescate con minisumergibles, pero la falta de mantenimiento y piezas deterioradas impidieron lograr su cometido. Finalmente, diez días después, buzos ingleses lograron ingresar; sin embargo, ya para entonces no encontraron ningún sobreviviente.

La tragedia se pudo haber evitado si los sumergibles hubieran tenido el mantenimiento necesario; si las autoridades desde un principio hubieran aceptado la ayuda internacional; si no se hubiera mantenido el secreto del “incidente” (gracias a la presión de los familiares se pudo saber de la tragedia); si los mandos superiores no hubieran entorpecido las labores de rescate; entre otras situaciones. Ese año, Putin se estrenaba como presidente de Rusia.

La tragedia del pasado sábado en la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México, que dejó 106 personas heridas y una fallecida, me hizo recordar la película del submarino ruso. Una serie de eventos desafortunados desembocaron en un accidente que a todas luces pudo haberse evitado, pues ya con anterioridad se habían advertido sucesos mortales... y me refiero al Metro.

Durante la gestión de Claudia Sheinbaum van tres accidentes mortales: el 11 de marzo de 2021 en un choque en Tacubaya de la Línea 1 murió una persona y hubo 41 lesionados; el 3 de mayo de 2021 se desplomó la línea 12 (Línea Dorada) con 27 pasajeros muertos y 80 lesionados; el 9 de enero de 2021 se incendió en una subestación de control y varias líneas se vieron suspendidas. En esa ocasión Florencia Serranía dijo que “solo soy la directora del Metro”, quien después fue recompensada con un cargo honorífico en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Ante la contundente evidencia por la falta de mantenimiento en el Metro, Claudia Sheinbaum (“yo solo soy la jefa de Gobierno”) se apresuró a declarar que “no ha habido disminución en el presupuesto”, cuando las cifras indican que, de 2018 a 2023 ha habido una disminución de 18 por ciento. Además, ha habido un subejercicio del presupuesto; esto obliga a regresar ese dinero a las arcas del gobierno de Ciudad de México, para ser destinados a otros gastos (por ejemplo, publicidad).

La reducción del presupuesto del Metro refleja la política de “austeridad republicana” (con el pretexto de combatir la corrupción) y se han abandonado varias áreas del gobierno federal: salud, educación, transparencia, cultura, fideicomisos. El desempeño gubernamental se evalúa con resultados palpables y no con buenas intenciones ni con justificaciones. Los accidentes mortales ocurridos en el Metro son la punta del iceberg de otros incidentes por la falta de mantenimiento: robo de cables, incendios, cortos circuitos, inundaciones, y que a diario ocurren.

La austeridad nunca ha sido la respuesta para lograr la eficacia de las acciones de gobierno, en especial en algunas áreas estratégicas. Además, no se ha transparentado el destino de los ahorros con la llamada “austeridad republicana” (300 mil millones de pesos, de acuerdo con el último informe) que se han usado de forma discrecional y sin rendir de cuentas.

Twitter: @ismaelortizbarb

jl/I